Sarna con gusto

"Hola,dejate las polladas literarias y personales y sigue escribiendo de política, actualidad y todo eso. Me gusta, no te voy a engañar. Tengo la sensación cuando te leo de que estoy hablando con un viejo amigo en la barra de un bar, dando vueltas en un coche o fumando en la playa por la noche.Me alegra que seas un poco menos perezoso. Pero lo sigues siendo, y yo más.Espero acordarme de volver a leerte.Un saludo" (comentario a mi entrada anterior, recibido por duplicado como las cosas de los juzgados y notarías, publicado en única versión desgemelada por la cosa del ahorro en el espacio y de lo reticente que soy por naturaleza a recibir los palos de dos en dos, y para más señas, anónimo. O para menos.)

Y lo peor es que no deja de tener razón. Claro, que si analizo el por qué de mi razonamiento asertivo ya entramos otra vez en que estoy con polladas personales, y sería como subir por una escalera mecánica que baja y baja y baja. Así que a hablar de politiqueos y cortesanos de la res publica tocan, oiga. A ver, así de memoria… Ya está: el conflicto Israel-Palestina. No, espera… mejor no, que ya ha hablado de ello Francisco José Peña en dos de sus entradas (ésta y ésta. Los comentarios, sin desperdicio) y, sinceramente, yo no sabría hacerlo mejor. Distinto sí, claro, pero distinto sabríamos todos.

También podría referir en estas líneas el rebuzno de la diputada del Partido Popular sobre el chistosísimo acento andaluz de la ministra Maleni, pero ponerme ahora con la dialectología, la diastrasia, la diacronía, la diafasia, la diatopía... me da un poco de pereza (otra “x” en la fila de haberes del anónimo). Además, si de una de las ministras más incompetentes de la historia de nuestra democracia sólo se le ocurre hacer blanco en su acento andaluz, no merece ni una palabra más en este blog, Sra. Montserrat Nebrera.

¿Y del frío? ¿Por qué no? ¡Si sale en todos los telediarios que hay un montón (blanco) de nieve! Ah, vale, que va a ser porque estamos en invierno y todo ese rollo. Joder, qué poco romántico. Ya le he quitado el misterio. Además, que nieve mucho no es cosa de la política, se empeñe quien se empeñe.

Y lo demás, pues poca cosa: el sobreseimiento de la causa de Ibarretxe, tema aburrido por previsible en su desenlace, sobre todo dada la cercanía de las elecciones vascas…
El vídeo de ZP (por cierto, parece que le hubiera sentado mal una mariscada) y su “Plan E” (¿qué demonios ha pasado con los A, B, C y D?) que nos anuncia que para marzo levantaremos cabeza…

Los sindicatos manifestándose en las calles contra la ofensiva de Israel en Gaza, cuando llevan meses callando como putas mientras doblamos mes a mes la tasa de paro de Europa. ¿Alguien duda que con un gobierno Popular andaríamos ya por la segunda o tercera huelga general?...

Los actores de siempre secundando esas mismas manifestaciones (al final, acabarán encasillándose) mientras todos nos preguntamos dónde se meten tras los atentados de ETA, las lapidaciones en países fundamentalistas, la castración de los derechos humanos en Cuba o China, los genocidios y masacres de Darfur o la República Democrática del Congo... Que sí, que cada uno se manifiesta por lo que quiere, que me parece estupendo. Pero que siempre sea en la misma línea política empieza a oler un poquito a estómago agradecido. ¿Tendrá algo que ver que en los nuevos presupuestos del Estado se hayan reducido casi todas las partidas (Sanidad (-4,6%), Ciencia e Innovación (-5,1%), Defensa (-3%) y Cultura (-2,7%)) y las subvenciones para nuestro deficitario cine se hayan incrementado en un 4%? Vaya, otra vez malpensando, no tengo remedio.

Pues eso, que llevo unos días sin hablar de política porque a veces se me quitan las ganas. En cualquier caso, gracias por acordarte de leerme de vez en cuando.