Puertas hacia otro mundo


Kurt Wenner


Eric Grohe



Kurt Wenner y Eric Grohe son dos artistas urbanos cuya obra he conocido hace muy poco. El primero se distingue por su maestría en la técnica conocida como anamorfismo, que consiste en proporcionar a un dibujo en dos dimensiones una falsa tercera dimensión mediante un juego de perspectivas en busca del hiperrealismo, mientras que Grohe hace algo similar con la variación de que su lienzo particular suelen ser paredes de grandes edificios. Lo veréis mucho más claro visitando algunas de sus galerías: Kurt Wenner y Eric Grohe.
Demasiado a menudo se identifica a un artista que utiliza la calle y las paredes de las ciudades para exponer sus creaciones con un vándalo con pantalones cinco tallas más grandes y un spray en la mano cuyo único mérito es correr más que el vigilante jurado de turno; como suele ocurrir, bajo una montaña de tierra es posible que haya un tesoro esondido. En este caso, los tesoros son auténticas recreaciones de elementos urbanos, paisajes, criaturas con referencias a la mitología y al mundo del cómic y videojuegos... ensoñaciones que sus autores tatúan en la piel de la ciudad y, por un momento, nos hacen olvidar que vivimos atrapados en una selva de acero y hormigón mientras nos asfixia el humo de la rutina.

Here come the men in black

"Caiga quien caiga" ha vuelto a la parrilla televisiva, esta vez en La Sexta (sólo podía ser ahí o en Cuatro), con probablemente las mismas ganas pero indudablemente la mitad de talento. El programa que encabezó El Gran Wyoming y que contaba con un reparto lleno de chispa y creatividad, destacando Pablo Carbonell, Arturo Valls o Juanjo de la Iglesia, ha ido cayendo en calidad y cuota de pantalla desde su estreno a finales de los 90. Desde que Manel Fuentes (yo nunca le he visto la gracia a este tipo) cogiera las riendas, hasta su reentré hace un par de semanas con el radiofónico Frank Blanco a la cabeza, lo que otrora fue un notable ejercicio de crítica, imaginación, denuncia y humor ha derivado en un esperpento chabacano, servilista y que cae en el mal gusto demasiado a menudo. Ni la inclusión de la sobrina de Iñaki Gabilondo cogiendo el relevo del ocurrente Gonzo tiene visos de alargar una temporada cuyos índices de audiencia comienzan a adelgazar acordes con la época estival que se nos avecina. Siempre he pensado que un programa de estas características debe ser cualquier cosa menos complaciente con el poder (el CQC del Wyoming tuvo el atrevimiento de guiscarle al mismísimo Silvio Berlusconi, propietario indirecto de Telecinco, la cadena que emitía el programa), pero en la línea de "El Intermedio Diario" o "Salvados por", también de La Sexta, prefieren no morder la mano que les da de comer. Apenas un par de chistes benévolos para guardar la apariencia y a mirar para otro lado, que ya dijo el inefable Alfonso Guerra (qué buen reportero se ha perdido el "Caiga quien caiga") que el que se moviera no salía en la foto. Qué me gustaría a mí ver al follonero haciendo un "Salvados por los nacionalismos"...

Marianonaniano

Se iba a romper España y ahora resulta que lo que se hace añicos es el Partido Popular. Explique hace más de dos meses (ésta me la apunto) en otro post que si el PP no cambiaba su estrategia política, conservaría su fiel electorado pero difícilmente aumentaría su número, al menos a corto plazo. Parece que Mariano Rajoy ha empezado a pensar lo mismo y les está dando puerta a aquellos que se habían partido la cara por él haciendo el papel de poli malo: Aceves, Zaplana... El líder popular (al menos hasta junio) corre a ocupar el centro democrático, ahora que medio país está descentrado, y ya ha hecho de Gallardón su gregario de lujo (y el madrileño, encantado) mientras históricos del partido, como San Gil o Aguirre, entonan un "por ahí no paso". Por contra, desde la COPE o El Mundo le tiran de las orejas mañana (radiofónica) sí, mañana también, en un intento de sublevar a las masas contra Rajoy y en favor de lo que han dado en llamar "los valores tradicionales del Partido Popular". La diatriba es complicada: O voy a por el voto de centro, con el consiguiente desencanto de los votantes de derechas "de toda la vida", o me quedo donde estoy y donde me han dado 2 que me den 3. ¿La pastillita azul o la pastillita roja, señor Rajoy?
Mientras tanto, Solbes se frota los ojos cada vez que ve a los Telediarios abrir con la crisis del PP. El Euribor supera día tras día su máximo interanual y el superavit se va al garete con el tema de los 400 euros (este gobierno se pule los cuartos para cuatro años en cuatro meses), pero el circo está, por esta vez, en el otro lado.
Como diría un buen amigo mío, "los pájaros tirándose a las escopetas".

Todos esos momentos se perderán en el tiempo...

Los 90 cumplían la mayoría de edad y Granada, Murcia o Gijón eran un hervidero de nuevas bandas. Los circuitos underground estaban más vivos que nunca y la movida madrileña se había convertido en un barco de pelos encrestados, hombreras y jerseys amarillos al que todos querían subirse. Pero ya era otro tiempo, el de la Generación X, el del grunge, el de Sonic Youth, Wynona o Loriga, un tiempo de no saber si mirar hacia atrás o hacia adelante, porque ya no nos creíamos los que nos contaban ni nos importaba estar en mitad de ninguna parte, hasta que esa ninguna parte se convirtió en el mejor sitio en el que podíamos estar, en el único sitio en el que queríamos estar. "Diario Pop" y "Disco grande" nos regalaban desde Radio 3 entradas para conciertos que disfrutábamos tumbados sobre nuestra cama, mirando al techo mientras nuestras habitaciones se convertían en las mejores salas del país. Configurábamos nuestro pequeño universo casi sin saberlo, parapetándonos con canciones y libros que el resto del MUNDO no conocía o no entendía, y que ejercían sobre nosotros una fuerza centrípeta hacia el yo en un viaje con billete sólo de ida.
Algunas de esas bandas atravesaron con mayor o menor acierto la barrera del nuevo siglo saltando de FIB en FIB, como Los Planetas, Sexy Sadie o Sr. Chinarro, pero otras acabaron amalgamándose o simplemente desaparecieron "como lágrimas en la lluvia". Para éstas últimas va este post:
El regalo de Silvia, Pribata Idaho, Cecilia Ann, Mil dolores pequeños, Los hermanos Dalton, Australian Blonde, Penélope trip...

Gracias a todos por los buenos ratos.

Abracadabra

La Ley 35/2006 ha modificado los porcentajes de deducción por adquisición de vivienda a la baja con respecto a la normativa anterior, ya que ha suprimido los porcentajes incrementados que se disfrutaban durante los dos primeros años. Ahora el porcentaje general está fijado en el 15% (con o sin financiación ajena), sin ningún incremento en los dos primeros años, salvo que la normativa autonómica mejore dicha deducción.

Ahí está la explicación del truco de los 400 euros, y paso a comentarlo con un supuesto práctico (varón adulto con un sueldo e hipoteca medios): sobre la cantidad máxima deducible en el impuesto de la renta, que son 9015 euros, en lugar de devolver por compra de vivienda un 25% hasta los primeros 4500 euros (unos 1125 euros) más un 15% hasta los segundos 4500 (unos 675 euros. Total 1800 euros) como se hacía hasta el años pasado, devuelven un 15% sobre los 9015 (unos 1300 euros). La diferencia, 500 euros, es lo que Hacienda se queda. De ahí saldrán los 400 euros (si es que salen, que ya lo expliqué en otro post) y... voilà, el contribuyente más contento que unas pascuas y sin tener ni idea de que le han sisado 100 euracos. Lo peor es la cara de tonto que se nos queda a los que sí sabemos que nos han pagado con nuestro propio dinero y encima se han quedado propina.

En otro orden de cosas, un mínimo comentario sobre la prensa de hoy:

Resulta que ahora la desaceleración económica (ya sabéis que no se puede decir "crisis") ya se llama "desaceleración rápida". Cuando lo he leído he pensado que era un chiste y esta noche vería a Solbes comentándoselo a Quesada (grande Arturo Valls) frente a la maquinita de Camera Café.

El Rocío, esa celebración religiosa que más parece una fiesta pagana, ha tocado a su fin hace unos días con el asalto a la reja de la Blanca Paloma. Tras este ritual fanático e integrista, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) ha dado a conocer los datos de la procesión que, año tras año y en número creciente, atraviesa el Parque Nacional de Doñana. Entre otras cifras, la de 23 caballos muertos por agotamiento, hambre y otras formas de maltrato. Pocas veces coincido con un titular de Público, pero suscribo totalmente lo de "Cuando el jinete es más burro".

Estimado Anónimo:

"Confundes un ideario político con una forma de gobierno totalitaria que, por cierto, también se ha dado, y con holocaustos de por medio, con idearios de derechas. El comunismo no es eso, es una filosofía política que se basa principalmente en la abolición de las clases sociales, la laicidad, y el anticapitalismo. ¿Cómo una teoría como esa puede vivir bajo el mandato de una clase dirigente y autoritaria (además militar!)? Pues porque cada país tiene una historia que ha deformado esa idea original y la ha desvirtuado hacia intereses opuestos, creando dictaduras y corrupción como las que se dan en China o Cuba en la actualidad. ¿Y a eso le llamamos comunismo? Tu texto parece que lo ha escrito alguien de la CIA mal informado y poco documentado.Me parece increíble que uses una catástrofe humana para criticar unas ideas políticas, y de forma partidista, cuando la ayuda en estos casos siempre es insuficiente y desigual.Estamos ante una crisis alimentaria increíble, que está provocando esta mierda de sistema económico internacional, vemos impasibles desde hace años como muere la gente en norte de Uganda, Kenia, la República Democrática del Congo o ahora en Darfur sentados en nuestro sofá, nadie habla del boicot financiero a Palestina, ni nombras las consecuencias del cambio climático (verdadero causante de lo que ha pasado en Myanmar), no, es mejor culpar de todos los males al comunismo (que se basa en una situación económica previa a la actual y que ha evolucionado a pensamientos políticos más acordes con nuestros tiempos: lee más L’Humanité o a Ignacio Ramonet, y menos el ABC y a Pedro J.), y cuando la verdad, es que quienes alimentan esas dictaduras o provocan directa o indirectamente las desgracias de este mundo son esa panda de ocho amigos de la globalización, de la OMC, el BM y el FMI, neoliberalistas, conservadores, capitalistas e integristas religiosos. Llevo tiempo leyendo falacias en este blog, pero esta última ya es insoportable. Espero que no me censures ahora que te has hecho defensor de las libertades en China."

A propósito del post que publiqué el pasado 9 de mayo, he recibido este comentario de Anónimo que me permito rescatar y publicar directamente con el único propósito de que sea más accesible a los lectores de este blog. Además, me parece que está muy bien escrito y merece más privilegio que el de una etiqueta desplegable. En primer lugar, Sr/a. Anónimo/a, gracias por el tiempo que has empleado en leer mi blog y en contestar a mi post. En segundo, ésta será la única ocasión en la que contestaré a un comentario, o al menos ésa es mi intención. Labios como espadas no nace como un foro de diálogo, sino como una declaración de intenciones, una exposición de ideas desde un punto de vista, el mío, que no es más o menos acertado que el del resto de los mortales. Parto en este camino con la ventaja de haber simpatizado en algún momento de mi vida con prácticamente todas las corrientes políticas democráticas y de no haber tenido nunca carné de ningún partido, lo que me ayuda a ver el mundo a través de muchos prismas distintos. Tras esta declaración de apartidismo recalcitrante, y con respecto a tu comentario, quiero decir que éste me parece tendencioso, manipulador y prejuicioso (no creo, con todos mis respetos, que tengas ni idea de a quién leo o escucho) y que, al igual que tú has tenido la oportunidad de hacer con mi post, pasaré a comentarlo a continuación:

Todas las formas de gobierno totalitarias, TODAS, son igualmente deleznables. Las dictaduras de derechas y las de izquierdas tienen siempre el mismo resultado: el secuestro de las libertades y derechos fundamentales del individuo. Nunca leerás en este blog que un hecho concreto es mejor o peor porque sea de izquierdas o de derechas. Las ideologías y los hechos pertenecen a planos distintos, lo abstracto y lo real, y en el mundo de la política rara vez coinciden. Por eso, como tú dices, “cada país ha deformado la idea original del comunismo”. Esa deformación, querido anónimo, no es otra cosa que el resultado natural de la traslación imposible de una idea esperanzadora al mundo real.

Hablas de que “uso una catástrofe humana de manera partidista” y esto es, sinceramente, lo único que me ha molestado de tu comentario. Nunca utilizaría el dolor ajeno como parte de mi ideario político (ya manifesté mi repulsa en estas páginas cuando, en plena campaña electoral, los partidos mayoritarios de este país traficaron con los asesinados por el terrorismo). Yo denuncio una situación en la que un gobierno dictatorial, militar, comunista y paranoico deja morir a su gente, negándose a aceptar la ayuda de los voluntarios, médicos y cooperantes que esperan junto a la frontera. Denuncio este hecho, y lo volvería a hacer si se tratara de cualquier otro país en el mundo. Y en cuanto a que soy partidista… ¿en pro de quién?

La parte que viene ahora es la que más me gusta, especialmente el “vemos impasibles”. Creo que la más nefasta expresión de la impasibilidad es la falta de autocrítica, el “los demás son los malos y nosotros los buenos”, y este mundo en el que los “ocho amigos” lo mangonean todo (coincido plenamente contigo, aunque discrepo en sus definiciones) seguirá exactamente igual hasta que nos demos cuenta de cuánto nos equivocamos, utilizando esta actitud como un punto de partida para una revolución social tan improbable como necesaria (vaya, casi parece una proclama comunista ;))

Respecto a tu último párrafo, el de las falacias y la insoportabilidad de este blog… qué quieres que te diga. Abres tu carpeta de favoritos, buscas dónde lo tienes guardado, clic con botón derecho y le das a eliminar.

Para finalizar, una cita de uno de los más grandes pensadores que ha dado el Siglo XX:

“Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”

Groucho Marx

Palabras prohibidas

Venga, empiezo yo: trasvase, crisis, colapso (judicial)...

Reino de Todavía

El ciclón tropical Nargis ha arrasado Myanmar dejando una estela de miles de muertos a su paso. La comunidad internacional ha ofrecido su ayuda al país asiático y, hasta ahora, no ha encontrado más que trabas. La ONU no es capaz de conseguir los visados necesarios para los cooperantes y los periodistas de todo el mundo se dan de bruces una y otra vez con la burocracia de Myanmar. Relataba hace unos días un turista español que vivió in situ la tragedia, que lo que más le había impresionado, por encima de los daños materiales y los muertos, había sido la resignación con la que los supervivientes aceptaban el hecho de haber perdido sus casas y sus familias. Myanmar es un país pobre, inculto y subdesarrollado, pisoteado desde hace años por una dictadura militar comunista, en el que sus habitantes han aprendido a obedecer y a someterse, a mirar al suelo atenazados por la represión. Los regímenes comunistas que aún perduran en el mundo siguen pasándose por el forro conceptos como libertad, respeto, tolerancia o derechos civiles. China, Corea del Norte, Cuba... alienan a sus ciudadanos, rebajándolos a un status infrahumano, con dirigentes apoltronados en sus sillones, casi anquilosados en ellos, que se valen de su fuerza militar para imponer una ideología que se desploma cuando intenta aplicarse en la práctica, un ideario que convierte a las naciones en inmensas cárceles y a sus habitantes en presos sometidos a ún régimen penitenciario material e intelectual. La mayoría de las asociaciones pro derechos humanos miran hacia otro lado, y si bien son muy pocas las que se atreven a denunciar sin ambages la falta de libertad, aún son menos los organismos, estatales o no, los que secundan estas denuncias con actitudes verdaderamente comprometidas. No hay ningún país en el mundo, ninguno, en el que un sistema de gobierno comunista (así lo confirma la Historia Universal) haya redundado en el beneficio de sus ciudadanos. El comunismo ha sido sinónimo de pobreza, dictadura y represión durante el siglo XX y sólo hace falta echar un vistazo a la prensa internacional de hoy para encontrar titulares como "Birmania no está dispuesta a aceptar equipos extranjeros" (mientras los cooperantes esperan en la vecina Tailandia con aviones repletos de medicamentos o alimentos) o "China no garantiza la libertad de prensa en los JJOO" para descubrir con horror que aún falta mucho camino por andar hasta poder afirmar que el comunismo, en la práctica, no es otra cosa que una forma de gobierno dictatorial y denigrante y, sobre todo, una vergüenza para un mundo que se llama a sí mismo "civilizado".

"A mi señal, ira y fuego"

A esta voz, Maximus Decimus Meridius arengaba a sus hombres con la promesa de la gloria y la fama (la fama de verdad, la etimológica, la que se ganaba a fuerza de hazañas y no de portés) en la magnífica Gladiador del magnífico Riddley Scott. Han pasado algunos siglos desde la batalla contra los germanos, aunque las guardias pretorianas aún perduran con otros objetivos más alejados del buen nombre y más cercanos a los sestercios.
Esta mañana, el diario Público repartía estopa a sus colegas de El País haciendo gala de un servilismo político que ya no sé si me causa más pena o risa. No basta con sacudir cada día a los que piensan de otra manera (porque, señores, hay muchas maneras de pensar. Muchísimas), sino que ahora incluso sueltan tarascadas a aquellos que osan expresar su opinión en el ejercicio de su profesión y de su libertad. La explicación es sencilla y se puede resumir a modo de esquema: David Taguas pasa de presidir la Oficina Económica de Moncloa a presidir Seopan, o lo que es lo mismo, de vigilar lo que hacen las grandes empresas, incluyendo las constructoras, a presidirlas (y además cobrando el 80% de paro de su sueldo de funcionario). Ante semejante falta de ética, en El País no han hecho otra cosa que lo que tenían que hacer, que es contarlo, y consecuencia de ello se les han venido encima las siete plagas. Lo que no cuentan es por qué su propio grupo de comunicación también tiene en nómina aun buen número de ex (y no tan ex) altos cargos socialistas. Aunque igual lo que le pasa a Público es que le da pelusilla porque algunos de sus dirigentes (como el Consejero Delegado de La Sexta) también han hecho el mismo recorrido y se ha montado menos jaleo...

¡Ah, ya caigo! ¡Que no es por eso! ¡Que es por lo de Mediapro o por lo de Audiovisual Sports o por lo de Prisa o por lo del fútbol o por lo de Roures o por lo de... uy, qué líooo!