Palabrería

Hace unos días leí el que, en mi opinión, es el mejor post con el que me he encontrado desde que hace ahora casi un año me aficioné a esto de los blogs. El caso es que, tras su enésima lectura, he acabado regurgitando un pensamiento que se me estaba empezando a agriar dentro de tanto darle vueltas. Así, enmarañado, desordenado y bílico, lo dejo ir:

Estoy realmente cansado de que lo correcto empiece a atarnos tan corto. Me da miedo que las opciones empiecen a limitarse a lo bueno, lo recomendable y lo cívico, y me asusta la asepsia moral impuesta. Le temo a la ingeniería social, a la manipulación en aras de una sociedad moderna y perfecta. Me resisto a no preguntarme, a asentir complaciente, a no romper un plato. Me refugio en lo distinto y me agarro a las riendas de mi vida y de mi imperfección. Desconfío de la democracia, de la solidaridad, del talante, de la tolerancia, del buen ciudadanismo, de la ecología, de la verdad y de la ética. Huyo de la gente y busco a las personas, y me espanto de las apestosas ideas más allá de la esencia de lo humano. Recelo de la moda, de la dieta sana, de dormir ocho horas y de los ordenadores. Me siento cómodo en la improvisación y en lo feo y en lo roto y en lo inconveniente y, por encima de todo, entiendo la duda como principio y fin de todo conocimiento.

La libertad únicamente cobra sentido cuando podemos elegir ser esclavos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...
26 de enero de 2009, 21:59

Como dice Andrés Montes:
"Te entiendo, Salinas. Te entiendo".

Me alegra ser uno de los menos.

Tengo la sensación de que hay un poco de corporativismo infantil en esto de los bloggers. La masturbación no deja ciego a nadie, el corporativismo sí.

Un saludo.

Fdo. El Ánonimo Fanegas (el de últimamente)

Javier dijo...
26 de enero de 2009, 23:52

El problema que veo yo querido J, es que como he leído en alguna ocasión, si lo políticamente correcto se deja de lado para que TODOS actuemos como de verdad pensamos, esto sería un verdadero infierno. La delgada linea que separa la paciecia o la corrección de todo lo demás, nos separa de la más pura anarquia social que bajo mi punto de vista, puede ser malísima.

Ejemplo comicamente claro: El episodio de los Simpson donde Bart es elegido como la imagen del "Haz lo que piensas y quieras" y Sprigfield (mal ejemplo este) acaba en casi una guerra civil.

Bordear la linea y asomarse de vez en cuando al otro lado no está mal... pero esa linea es importante para no acabar en un fácil "todos contra todos" in-tolerable. El ser humano no ha demostrado la inteligencia suficiente como para no "necesitar" esa linea.

Saludos

Anónimo dijo...
27 de enero de 2009, 9:54

Creo que cierto grado de intolerancia es síntoma de una madurez inteligente, porque hemos aprendido a delimitar qué cosas no estamos dispuestos a soportar.

Saludos!

Anónimo dijo...
27 de enero de 2009, 14:37

Bienvenido al apasionante mundo del inconformismo, la duda y la desconfianza. Al mundo de quienes huimos de lo “correctamente impuesto”. En ésta parte del río no se admiten hooligans ideológicos, ni salvadores, ni iluminados. Son estimados los paréntesis, los puntos suspensivos y las interrogaciones.
Ahora más que nunca es necesario tener labios como espadas para poder decir que “La libertad únicamente cobra sentido cuando podemos elegir ser esclavos”. INCLUSO es tiempo para dudar sobre lo que es o no la libertad.
Muchas gracias por la referencia y por el halago (inmerecido).
Me gustaría dejarte dos minutos de fina ironía (la ironía nos pierde a éste lado del río) está aquí:

http://aldea-irreductible.blogspot.com/2008/09/carta-dedicada-annimo.html

(Quizá le interese también a “balita mellada”).
Saludos a todos y a todas.

Demián dijo...
3 de febrero de 2009, 1:02

Estupendo comentario, sobre todo el último párrafo: la loa a la "santa duda".
Saludos