Apenas hace cinco meses que nuestro actual ejecutivo ilustraba su campaña electoral con el lema "Por el pleno empleo". Eran días en los que la palabra crisis ya se veía en la lontananza, pero aquellos que nos atrevíamos a pronunciarla éramos, literalmente, tildados de antipatriotas. Un tipo bastante sabio, y aún más experimentado, dijo una vez que un pesimista sólo era un optimista bien informado. Pues bien, sin ánimo de querer competir con Rapeles y Fusteres digo aquí, ahora, y contradiciendo a todo un ministro de trabajo, que el nuevo año llegará entre más de tres millones de parados. Tres millones de personas con sus respectivos tres millones de familias que ya no entenderán que se les hable de la maldita guerra en Irak o del Prestige, tres millones de ciudadanos a los que, desde la fría óptica del análisis financiero, tendrán que alimentar, vestir y sustentar el resto de trabajadores con sus impuestos (un 37,7% más que el año pasado en gastos en prestaciones por desempleo, y un aumento de la tasa de paro que ha crecido en un 77% en la población inmigrante). Agosto nos deja con cifras de desempleo cercanas a las sufridas en el felipismo, y el dicho "el que no recuerda su historia está condenado a repetirla" se hace presente y, lo que es peor, futuro. Además, el número medio de afiliados también cayó en 244.666 personas, lo que sitúa a la Seguridad Social en tasas negativas de crecimiento, tanto mensuales (-1,26%) como interanuales (-0,77%). Es la mayor caída desde 1992. España es el país europeo en el que más ha aumentado la tasa de desempleo en agosto. También somos los que contamos con mayor número de jóvenes sin trabajo. Además, son todos los sectores, y no sólo la construcción, los que están sufriendo esta incipiente recesión económica. El que sepa interpretar los datos, que lo haga previa ingesta de un bocata de Valiums. El que no, que se rasque la barriga mientras Pepiño Blanco anuncia en los telediarios que los españoles vivimos mejor que nunca.
N. del A: Apenas 24 horas después de mi comentario anterior, el ministro Corbacho admite que es posible (cuando un político dice que algo negativo es posible, significa que nos vayamos preparando porque seguro que ocurre) que el INEM entre en déficit. Además, y sin despeinarse, ha anunciado que "en 2009, el Ejecutivo revisará en profundidad el catálogo de contrataciones en origen con el objetivo de que el año que viene ese contingente de inmigrantes se aproxime a cero". O lo que es lo mismo, lo que hace cinco meses era xenofobia según la progresía iletrada (que no ilustrada) de este país, en el día de hoy se convierte en ... ¿en qué?
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1 comentarios:
Nada más placentero que una lectura que analiza una situación de crisis sin partidismos, desde un punto de vista histórico y con conclusiones realistas:
http://www.nodo50.org/Desequilibrios-estructurales-del.html
Ya sé que echarle la culpa al gobierno de todo es como un deporte nacional, pero no está de más centrarse un poco en el origen de todo esto. Sin recurrir a un sólo indicador como es el desempleo, y atendiendo a otras variables como el PNB, la renta nacional, impuestos, gasto público, etc. Un vistazo de conjunto, cuyo protagonista es, en realidad, nuestro actual sistema económico mundial.
Pobrecitos que somos, que España está en crisis: a ver si dejamos de mirarnos el ombligo y miramos a nuestro alrededor, donde la gente realmente se MUERE de hambre y enfermedades, y fallece en pateras para llegar a países como éste, donde "es una lata el trabajar". En serio, me da asco oír a la gente hablar de crisis, en restaurantes, tomándose una cerveza, de marcha un sábado por la noche o en la cola del súper. Con sus casas hipotecadas en resorts y el garaje lleno de coches y motos. Puro asco.
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