Cuando en una universidad española (¿centro del saber?) se abuchea, insulta, agrede y amenaza de muerte a una mujer que intenta expresar sus ideas, lo único que siento es vergüenza (por cierto, magnífico el editorial de El Periódico de Catalunya http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=484416&idseccio_PK=1006 ). Vergüenza de pertenecer a una sociedad acomplejada (decía un maestro que nuestra democracia, aún adolescente, se levanta cada mañana con los mismos problemas que los propios adolescentes). María San Gil, María Dolors Nadal o Rosa Díez han tenido que oir cosas como "ojalá ETA te meta un tiro". González o Aznar vivieron episodios similares durante sus mandatos, aunque entonces el sabotaje se limitara a pancartas y abucheos. ¿Qué será lo próximo?
Ah, sí, lo próximo será cruzarnos de brazos: "(Agencias / PD).- La Universidad Complutense de Madrid ha decidido no abrir investigación alguna sobre el ataque a Rosa Díez por parte de un grupo de extrema izquierda. Dice que el acto se celebró "con normalidad". El rector de la Complutense es Carlos Berzosa y es uno de los miembros de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ). "
La última frase es algo capciosa, lo reconozco, y para compensar esta pequeña maldad, algo de poesía:
"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
Martin Niemöller
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