
Hasta hace relativamente poco, era imposible que pudieran filtrarse un disco o una película antes de su presentación oficial. Ahora que las cosas de lo audiovisual han pasado de ocupar el espacio físico a apretujarse en memorias flash o dispositivos USB, hasta límites que habrían puesto los pelos como escarpias al mismísimo
Sport Billy, colmo de la compresión ochentera, las primicias duran lo que un ayudante de eléctricos en desenfundar su
IPhone a la hora del picoteo.
Lost, a puntito de estrenar su sexta temporada, tampoco ha podido escapar a esta moda y su primer capítulo ya está en la Red. Eludo incluir el enlace en este post para no aguar la sorpresa a los
losties que ya han pedido libre el próximo 2 de febrero para ir a algún entierro, aunque tras su visionado (lo confieso, yo no he podido aguantar) adelanto algo de su trama: los distintos personajes principales que iban en el avión al principio de la serie (todos, y digo todos) aparecen realizando distintas tareas de su quehacer diario, sin conexión aparente entre ellos, excepto porque una mirada los observa de manera omnipresente: la mirada de
John Locke. Poco después, cada uno de ellos recibe una carta con una secuencia numérica que ya conocemos, secuencia que ninguno echa en cuenta y que acaba en la papelera en todos los casos, aunque en uno de ellos acaba siendo rescatada por la mano de un niño, que la mira con familiaridad y, sonriendo, suelta un
"lo sabía" en voz baja: es
Walt. Tampoco voy a seguir destripando el capítulo, que luego
to se sabe, aunque adelantaré que
Claire... no, no adelantaré nada.
Imagen tomada prestada de
aquí.