La política que no vemos

Fotografía de Bernardo Corral


Va para algo más de lustro y medio que alumbré este blog, tintado desde su esencia de una clara vocación de denuncia social y política, y aderezada la sopa binaria resultante con una pizca de inquina de las de denominación de origen. Con el paso de los días, y dándome de bruces por enésima vez con la certeza de que yo no soy de vocaciones, acabé desviando sus pasos y los míos hacia lo personal, una vez el hastío y el aburrimiento de la res pública hicieron presa en mí. La política y (o por) los que se sirven de ella dejaron de interesarme, los titulares se repetían como un mantra en las portadas de los periódicos y se volvió, de previsible, cansino, el juego de bajar el volumen al televisor simulando ser yo el que hablaba por boca de nuestros honorabilisísimos representantes sin temor a errar lo que éstos decían. Después fue incluso peor, cuando ya no alcancé a destilar gilipolleces en grado tal que, más que propias de licenciados en el noble arte de la oratoria, parecían éstas inherentes a micos o periodistas deportivos, que no se diferencian sino en el porte de una pulsera Power balance que ayuda a situar a los segundos debajo de los primeros en la escala evolutiva. Pero anoche, naciendo la madrugada, todo cambió. Dicen que hay vientos que acaban llevándose en volandas el buen juicio de las personas, de las que aún lo tengan, tuvieran o tuviesen, así que no estoy seguro de si la ciclogénesis explosiva que estrena la temporada otoño-invierno ha acabado por aflojarme el tornillo que me quedaba y no vi lo que vi ni escuché lo que escuché. En cualquier caso me fui a la cama pensando que, por primera vez desde hacía mucho, demasiado tiempo, un político había conseguido avivar mi atención, mi interés por su trabajo, y me acosté con la sensación de que no me habían contado un cuento de buenas noches.

Estoy hablando de la entrevista a Jesús Eguiguren en el programa Salvados.

11 comentarios:

Amor dijo...
9 de noviembre de 2010, 15:22

Yo también lo vi y la sensación es la misma. Qué acostumbrados estamos a la mierda si cuando nos cuentan las cosas así nos impresiona tanto.

J. dijo...
9 de noviembre de 2010, 15:38

Amor: Más allá de estar o no de acuerdo con sus palabras, que así me aseguro otro post en estos tiempos de abstinencia intelectual que estoy atravesando, eso que comentas es precisamente lo que me llevó a escribir esta entrada. Qué diferente es la política cuando se hace sin la máscara de las disciplinas de partido. Gracias por acordarte de esta humilde casa.

Blue dijo...
9 de noviembre de 2010, 16:26

No puedo comentar nada sobre el contenido de la entrevista porque este tema se me escapa (como tantos otros), pero si nada más empezar ya te dicen que eres la única persona que entiende del asunto X, el que sea, esa cara de entendido no te la puedes sacar de encima ;-) Es la única conclusión que puedo sacar.
Lo del viento ya lo oí muchas veces. En todas las zonas donde hay un viento persistente siempre se dice que altera el carácter de sus habitantes, que son huraños, poco hospitalarios...unas joyas, vamos.
Me alegro de que hayas despertado por la razón que seas.
Saludos.

Blue dijo...
9 de noviembre de 2010, 17:36

...que sea, claro.

;-)

J. dijo...
9 de noviembre de 2010, 17:48

Blue: De lo que sí estoy seguro, a pesar de no haber vivido en Euskadi, es de que para entender plenamente lo que se ha dado en llamar el conflicto vasco es del todo necesario haber residdo allí. Lo de mi despertar ha sido más bien un no dormir ;)

Un beso y gracias por la visita.

Anele dijo...
9 de noviembre de 2010, 19:07

Comento, sin leer comentarios, más tarde paso a.
Despues de leer tu magnífico texto no he podido resistirme a ver/escuchar la entrevista. Y qué una consonante ;) me haga ver una entrevista a un político de veinte minutos, es todo un logro.
Al margen de mi opinión al respecto sobre del terrorismo. El cansancio existencial y la naturalidad que desprende este señor me ha cautivado, así como su mirada perdida.

Os leo.
Nada que decir.

Ya iba siendo hora una entrada al filo de lo imposible.
;)
Placer leerte.

J. dijo...
9 de noviembre de 2010, 19:23

Anele: Gracias por lo del magnífico texto. Respecto a lo del señor que comentas, no es en lo personal santo de mi devoción, pero no pude resistirme a comentar la entrevista dada la franqueza y la incorrección política con la que expresó sus ideas. De todas formas, como ya he dicho antes, no tengo elementos de juicio más allá de los que encuentro en los medios de información, y como todos sabemos, éstos no sirven sino a quien les paga.

Un placer tenerte como lectora.

Te leo ;)

Anele dijo...
9 de noviembre de 2010, 19:56

jajajaja...
Un beso, besazo.
;)
emmmmm y por qué nunca comentas ¿?

J. dijo...
9 de noviembre de 2010, 20:23

Anele: Por el mismo motivo por el que no escribía desde hace más de un mes: no tengo internet.

Suelo acercarme de vez en cuando a algún sitio en el que conectarme (bares principalmente) y lo que hago es descargarme todos vuestros blogs, vía Google reader principalmente, para leerlos tranquilamente por la noche en casa. En muchas (la mayoría) ocasiones me quedo con ganas de contestar, pero cuando a los días vuelvo a conectarme, ya habéis escrito una nueva entrada y la maquinaria se pone en circulación otra vez. Soy la versión moderna del mito de Sísifo ;)

Besos

Anele dijo...
9 de noviembre de 2010, 22:04

Sísifo, qué no había otro...estoy de piedras y de montañas....
;)

Me has recordado a una muy vieja historia, qué curioso.

Esperaré ansiosa tu próxima entrada.

Kez dijo...
12 de noviembre de 2010, 0:56

Me alegro de que hayas despertado. Me gusta la entrada y, especialmente, la reflexión que le haces a Blue ["De lo que sí estoy seguro, a pesar de no haber vivido en Euskadi, es de que para entender plenamente lo que se ha dado en llamar el conflicto vasco es del todo necesario haber residido allí"], porque das en el clavo sin apenas decir nada.

Un saludo,