"Confundes un ideario político con una forma de gobierno totalitaria que, por cierto, también se ha dado, y con holocaustos de por medio, con idearios de derechas. El comunismo no es eso, es una filosofía política que se basa principalmente en la abolición de las clases sociales, la laicidad, y el anticapitalismo. ¿Cómo una teoría como esa puede vivir bajo el mandato de una clase dirigente y autoritaria (además militar!)? Pues porque cada país tiene una historia que ha deformado esa idea original y la ha desvirtuado hacia intereses opuestos, creando dictaduras y corrupción como las que se dan en China o Cuba en la actualidad. ¿Y a eso le llamamos comunismo? Tu texto parece que lo ha escrito alguien de la CIA mal informado y poco documentado.Me parece increíble que uses una catástrofe humana para criticar unas ideas políticas, y de forma partidista, cuando la ayuda en estos casos siempre es insuficiente y desigual.Estamos ante una crisis alimentaria increíble, que está provocando esta mierda de sistema económico internacional, vemos impasibles desde hace años como muere la gente en norte de Uganda, Kenia, la República Democrática del Congo o ahora en Darfur sentados en nuestro sofá, nadie habla del boicot financiero a Palestina, ni nombras las consecuencias del cambio climático (verdadero causante de lo que ha pasado en Myanmar), no, es mejor culpar de todos los males al comunismo (que se basa en una situación económica previa a la actual y que ha evolucionado a pensamientos políticos más acordes con nuestros tiempos: lee más L’Humanité o a Ignacio Ramonet, y menos el ABC y a Pedro J.), y cuando la verdad, es que quienes alimentan esas dictaduras o provocan directa o indirectamente las desgracias de este mundo son esa panda de ocho amigos de la globalización, de la OMC, el BM y el FMI, neoliberalistas, conservadores, capitalistas e integristas religiosos. Llevo tiempo leyendo falacias en este blog, pero esta última ya es insoportable. Espero que no me censures ahora que te has hecho defensor de las libertades en China."
A propósito del post que publiqué el pasado 9 de mayo, he recibido este comentario de Anónimo que me permito rescatar y publicar directamente con el único propósito de que sea más accesible a los lectores de este blog. Además, me parece que está muy bien escrito y merece más privilegio que el de una etiqueta desplegable. En primer lugar, Sr/a. Anónimo/a, gracias por el tiempo que has empleado en leer mi blog y en contestar a mi post. En segundo, ésta será la única ocasión en la que contestaré a un comentario, o al menos ésa es mi intención. Labios como espadas no nace como un foro de diálogo, sino como una declaración de intenciones, una exposición de ideas desde un punto de vista, el mío, que no es más o menos acertado que el del resto de los mortales. Parto en este camino con la ventaja de haber simpatizado en algún momento de mi vida con prácticamente todas las corrientes políticas democráticas y de no haber tenido nunca carné de ningún partido, lo que me ayuda a ver el mundo a través de muchos prismas distintos. Tras esta declaración de apartidismo recalcitrante, y con respecto a tu comentario, quiero decir que éste me parece tendencioso, manipulador y prejuicioso (no creo, con todos mis respetos, que tengas ni idea de a quién leo o escucho) y que, al igual que tú has tenido la oportunidad de hacer con mi post, pasaré a comentarlo a continuación:
Todas las formas de gobierno totalitarias, TODAS, son igualmente deleznables. Las dictaduras de derechas y las de izquierdas tienen siempre el mismo resultado: el secuestro de las libertades y derechos fundamentales del individuo. Nunca leerás en este blog que un hecho concreto es mejor o peor porque sea de izquierdas o de derechas. Las ideologías y los hechos pertenecen a planos distintos, lo abstracto y lo real, y en el mundo de la política rara vez coinciden. Por eso, como tú dices, “cada país ha deformado la idea original del comunismo”. Esa deformación, querido anónimo, no es otra cosa que el resultado natural de la traslación imposible de una idea esperanzadora al mundo real.
Hablas de que “uso una catástrofe humana de manera partidista” y esto es, sinceramente, lo único que me ha molestado de tu comentario. Nunca utilizaría el dolor ajeno como parte de mi ideario político (ya manifesté mi repulsa en estas páginas cuando, en plena campaña electoral, los partidos mayoritarios de este país traficaron con los asesinados por el terrorismo). Yo denuncio una situación en la que un gobierno dictatorial, militar, comunista y paranoico deja morir a su gente, negándose a aceptar la ayuda de los voluntarios, médicos y cooperantes que esperan junto a la frontera. Denuncio este hecho, y lo volvería a hacer si se tratara de cualquier otro país en el mundo. Y en cuanto a que soy partidista… ¿en pro de quién?
La parte que viene ahora es la que más me gusta, especialmente el “vemos impasibles”. Creo que la más nefasta expresión de la impasibilidad es la falta de autocrítica, el “los demás son los malos y nosotros los buenos”, y este mundo en el que los “ocho amigos” lo mangonean todo (coincido plenamente contigo, aunque discrepo en sus definiciones) seguirá exactamente igual hasta que nos demos cuenta de cuánto nos equivocamos, utilizando esta actitud como un punto de partida para una revolución social tan improbable como necesaria (vaya, casi parece una proclama comunista ;))
Respecto a tu último párrafo, el de las falacias y la insoportabilidad de este blog… qué quieres que te diga. Abres tu carpeta de favoritos, buscas dónde lo tienes guardado, clic con botón derecho y le das a eliminar.
Para finalizar, una cita de uno de los más grandes pensadores que ha dado el Siglo XX:
“Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”
Groucho Marx
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